Se recupera en el Centro de Conservación de Vida
Silvestre en La Florida
Caza furtiva: Encontraron
un águila mora herida con un perdigón
En un viaje de rutina
entre Justo Daract y Villa Salles, 100 metros antes de doblar para su ingreso,
el arquitecto Germán Orlando divisó a la vera del camino un animal herido que
se esforzaba por volar, batiendo sus alas sin éxito. Se acercó y comprobó que
se trataba de una imponente águila mora herida gravemente en un ala.
“Iba de Daract a la planta de acopio en la que trabajo en
Villa Salles cuando vi el ave. La llevé con un veterinario que le vendó el ala
que le vi bastante lastimada. Luego llamé al Ministerio de Medio Ambiente y la
traje para que la curen”, explicó el arquitecto, luego de dejar con los
profesionales del Programa Biodiversidad del Ministerio la caja que contenía al
animal.
“Se trata de un juvenil de águila mora con el ala herida
con, al menos, un perdigón. Es una víctima más de la caza furtiva. Una vez que
le saquemos las vendas vamos a saber cómo proceder para recuperarla”, explicó
el jefe del Programa, Jorge Heider.
El águila fue colocada en una jaula especial de traslado,
diseñada para asegurar que no se lastime, y se la cubrió de la luz para
aminorar el estrés. Posteriormente personal del Ministerio la llevó al Centro
de Conservación de Vida Silvestre en La Florida para ponerla en cuarentena,
analizarla y comenzar a curarla para posteriormente rehabilitarla y devolverla
a su hábitat.
“En San Luis está vigente desde
2009 la veda total de caza con el objetivo de cuidar nuestros recursos,
permitiendo sólo la de subsistencia (Ver aparte). La caza es una actividad que
daña inmensamente nuestros ecosistemas, no sólo porque elimina parte de quienes
cumplen un rol fundamental en su equilibrio, sino porque tiene consecuencias
como ésta: un animal herido que no puede alimentarse, que no fue presa directa,
pero lo es indirectamente”, señaló con preocupación la ministra Daiana Hissa.
Cóndor muerto por intoxicación
con plomo
La caza furtiva deja
consecuencias similares permanentemente. El mes pasado el Ministerio de Medio
Ambiente fue informado sobre la presencia de un cóndor andino con dificultades
para moverse que se encontraba en un campo en las cercanías de La Toma. Los
biólogos y veterinarios del Área Flora y Fauna llegaron hasta el lugar, lo
examinaron, pero no lograron salvarlo. La autopsia reveló que el cóndor, el ave
voladora más grande del mundo, había muerto por intoxicación con plomo. Para
alimentarse había comido otro animal, víctima de la caza furtiva, e ingirió
también los perdigones que lo mataron.
“En la autopsia realizada se
encontraron en su estómago más de cuatro perdigones y restos de mamíferos, por
lo que la intoxicación fue producto del consumo de algún animal que había sido
muerto por cazadores”, señaló el responsable del Área, Matías Ayarragaray.
El cóndor andino, considerado el
espíritu mismo de los Andes, es una especie amenazada con una población de
6.200 ejemplares desde Venezuela al Cabo de Hornos, dos tercios estarían en
Argentina y Chile. San Luis es parte de su hábitat. Sin embargo existen aquí
factores que la amenazan con la extinción.
Para la subsistencia
Está vigente en todo el territorio provincial el decreto 547
sancionado el 15 de abril de 2009 que prohíbe la caza comercial y deportiva. El
objetivo es proteger la amplia y variada fauna existente, fundamental para asegurar la biodiversidad, sus
ecosistemas y preservar el patrimonio natural de todos los puntanos.
Sin embargo, el mismo decreto habilita la actividad para
quienes puedan justificar una situación de vulnerabilidad social. Estas
excepciones a la ley de veda total se realizan previa presentación de
documentación que fundamente la necesidad. Actualmente en la ciudad de Villa
Mercedes y zona de influencia hay cuatro personas que han obtenido los permisos
luego de presentar la documentación requerida. Y hacen un total de seis en toda
la provincia.
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